jueves, 31 de mayo de 2018

Ciervamente

Casualidad o no, justo mientras ayer os hablaba de una investigación desarrollada en la Estación Biológica de Doñana, salió la resolución de las Juan de la Cierva (un mes antes que el año pasado; se agradece que no lo tengan a uno en vilo, la verdad), denegándome por cuarta y última vez la oportunidad de incorporarme a dicho centro. Digo "por última" porque este año cumplo en septiembre cinco tras la defensa de la tesis, y ese es el límite que las becas postdoctorales con plazo más flexibles suelen marcar como límite, esta incluida... a Dios gracias, las hay sin plazos. Y más cosas he pedido ya; una en concreto que debería resolverse también en breve, y que si pita bien me llevará a tacharme un continente nuevo. Cuando toque ya lo contaré... y entremedias, siempre nos quedará el humor.

miércoles, 30 de mayo de 2018

La cotorra y el murciélago

 Como en buena parte de las mañanas (aunque hoy, como novedad, con helada por vez primera este año), me acompaña de camino a la facultad la cháchara de los minás comunes Acridotheres tristis, una especie india que los británicos introdujeron en buena parte de su imperio, como supuesta panacea contra las plagas de langostas que al final no lo fue tanto.

Un miná. Foto de aquí
 Los minás son así de las aves más introducidas a lo largo y ancho del mundo, y por ello son protagonistas de buena parte de la literatura científica sobre los efetos de las especies invasoras en los ecosistemas locales. El libro que estoy leyendo ahora habla por ejemplo de cómo, al erradicar los minás de algunas de las islas de Seychelles, las pequeñas especies de aves locales, cuyos nidos eran depredados por estos estorninos, pudieron prosperar de nuevo. Sin embargo, una revisión reciente quita bastante hierro a los problemas producidos por las aves invasoras sobre los ecosistemas a lo largo y ancho del mundo: salvo en ecosistemas muy cerrados y particulares (como las islas), las aves invasoras no parecen haber causado mayores problemas...
Esta revisión no miente, pero claro, se ciñe a lo publicado, a los datos que hay disponibles. Y aunque cada vez seamos más los que salimos al campo, en investigación ecológica la falta de datos básicos como censos, sobre todo a lo largo de series temporales largas, es el problema principal. Si no se hubiese dado la casualidad de que desde la EBD llevasen años investigando la colonia de nóctulos gigantes Nyctalus lasiopterus del parque de Mª Luisa, en Sevilla, nadie se habría dado cuenta del efecto que las cotorras de Kramer Psittacula krameri están teniendo sobre ellos. Son los murciélagos más grandes de Europa, y también de los más escasos; la colonia de cría de este parque, que alberga(ba) unas 500 hembras reproductoras en los huecos de sus árboles, es la mayor conocida. Las cotorras comenzaron a criar en Sevilla en los 90 a partir de ejemplares escapados de cautividad, y tras un periodo de latencia, la población pasó a crecer a buen ritmo, llegando a las 311 parejas el año pasado solo en ese parque. Cada pareja de cotorras ocupa un hueco en los árboles para anidar, y desgraciadamente les gustan el mismo tipo de huecos que a los murciélagos. Y siendo mayores y con un pico muy fuerte, las frágiles alas de los murciélagos llevan todas las de perder.

Imágenes del artículo
Los investigadores de la EBD acaban de publicar un trabajo documentando no solo las agresiones directas de las cotorras sobre los murciélagos, sino cómo la población de estos en el parque se ha desplomado, y los que quedan intentan ocupar árboles lo más lejanos de los nidos de cotorra posibles.
Vuelvo al tema de fondo: problemas de estos, ¿cuántos habrá? Porque por muy grandes que sean los nóctulos, ¿cuántos sevillanos saben que existen*, o siquiera que hay más de una especie de "murciélagos"? Sin mucha investigación básica de base (de la que no "vende", de la que no se suele financiar) es imposible enterarse de todo esto...

* En cambio sí saben que existen las cotorras, que aunque sean ruidosas son bonitas y muy aparentes. De forma que, como cita también el artículo, cuando el Ayuntamiento de Sevilla intentó controlarlas, la presión ciudadana hizo que cejaran en el intento...

martes, 29 de mayo de 2018

Oro puro

Hablando con Joaquín de la competición de potjies del viernes (pronúnciese "poikis"), le dije que tanto "poiki, poiki" me sonaba a Poti-poti. Me extrañó su cara de extrañeza, pues Los Aurones no son algo fácil de olvidar, pero resulta que el muy desdichado no había visto nunca esas marionetas lisérgicas nacidas de la factoría D'Ocon Films, la misma productora catalana que perpetró Los Fruitis y Delfy con claro ánimo de romper España. descubrimos investigando que tampoco era de extrañar, pues la serie se emitió solo a caballo entre 1987 y 1988, por lo que, aunque para mí marcase época, muchos de mis coetáneos se salvaron de la misma de chiripa. No así Joaquín, no así: lo obligué a ver el primer capítulo, y desde entonces estamos dándole a la serie en Youtube. Aquí os lo dejo, pero si no lo habíais visto de pequeño, mejor no le deis al play, que esto es como la varicela o el sarampión: que si los pasas de pequeño bien, peor de adulto te puedes llevar un sustomuy desagradable. Advertidos quedáis.

lunes, 28 de mayo de 2018

Barrigas pesadas

En este país donde los que pueden se inflan a carne y cerveza en las barbacoas, y los que no pueden basan su alimentación en pan de molde y patatas fritas, se ven bastantes barrigas generosas, y gente quejándose de la pesadez de estómago. Me acordé de ellos al leer hace unos días uno de estos clickbaits de "las diez especies más extraordinarias del año". La mayor parte no me llamó mucho la atención, la verdad, pero hubo una que sí me hizo quedarme pasmado un rato: el Nymphister kronaueri.

Composición con fotos del artículo enlazado
Me enorgullecí bastante tontamente de saber identificar el escarabajo al verlo como un histérido (reminiscencias de la colección de insectos que tuvimos que hacer en 4º, que para poco más sirvió). una familia de escarabajos carnívoros que depredan sobre organismos descomponedores, y que se encuentran con frecuencia entre la madera muerta, o en heces o cadáveres... o en asociación con hormigueros, como este que nos ocupa. El problema es que el Nymphister se ha especializado en moverse junto con las colonias de hormigas legionarias, que recorren la jungla sin rumbo fijo a la caza y captura de sus presas, y que cuando se asientan en un lugar construyen un refugio temporal con sus propios cuerpos. Para evitar quedarse atrás cuando la colonia se mueve, este escarabajo se sube de polizón al cuerpo de las propias hormigas, agarrándose con sus mandíbulas al pecíolo del abdomen... Lo que me gustó no es tanto la foresis en sí, de la que ya he hablado más veces, sino que el escarabajo imita a la perfección el aspecto del abdomen de las hormigas que se lo llevan, de forma que parece que estas tuviesen dos culos. Seguro que más de una decide comer menos la próxima vez...

sábado, 26 de mayo de 2018

Tres competiciones

- El jueves por la tarde pagué por primera vez (40 rands = 2,75 €, tampoco es que me arruinase) para participar en una carrera. Una carrera "solidaria". El objetivo oficial era colaborar para que los estudiantes de Fisioterapia se costeen un viaje para atender el mes que viene a los participantes en la ultramaratón Comrades y llevarse esa experiencia. El motivo real es que me dejé convencer tontamente por mi compañero de despacho, que le prometió a la chica que le gusta (que de hecho ya terminó la carrera, y vive en otra ciudad) que intentaría conseguir el mayor número de participantes posibles... en fin. Cinco kilómetros de recorrido y ciento y pico participantes, incluyendo varios alevines de algún club de atletismo. Carrera nocturna por dentro del Campus en la que no se les ocurrió, o no pudieron, cortar las carreteras al tráfico, con el resultado de que los coches casi se llevan por delante a más de uno de los críos... A destacar un corredor terriblemente borracho (y que aún así no lo hizo nada mal) que insultaba con ira a todo el que lo adelantaba.

- Ayer por la mañana, reedición de la competición de "Tu investigación en tres minutos" de la semana pasada, pero ahora para los profesores. Amarga impresión de ver lo poco que la mayoría se lo había preparado; de ver que en general lo hicieron bastante peor que los alumnos. Y no sé si me alegra o me entristece, es como lo del vaso por la mitad...

- Y ayer por la tarde, concurso de potjies:

Dos de los potjies de los alumnos. Entre profesores y estudiantes había siete de los que probar
Guisos en calderos de tres patas calentados sobre las brasas. Mismo concepto que el de las braais, aunque sea con distintos ingredientes: cocinar algo que lleva mucho tiempo para tener la excusa de beber mucho entremedias. La profesora que peor lo hiciera por la mañana, y que en general más se queja del poco nivel que tienen los alumnos, me comentó (en modo "talibán de la paella") que eso que hacían los estudiantes no era un potjie, sino un simple estofado, que un potjie de verdad tiene una relación de ingredientes determinados y nunca, nunca se remueve... hay gente que es de un cansino que pa' qué.

jueves, 24 de mayo de 2018

Reclamando ayuda

Acabé la entrada del lunes diciendo que añadiría algo más sobre los reclamos: ahora es el momento. Justo hace una semana, me envió "alguien" un correo diciendo que en su día se había comprometido a escribir una nota breve para una revista con una revisión sobre cómo el uso de reclamos por parte de los observadores afectaba a las aves silvestres. Y que le pillaba el torno, y que si "no me importaría" escribirla yo. Claro que sí, guapi... Ea, al menos el encargo me sirvió para aprender algo, no hay mal etc. Aprendí que en realidad apenas hay trabajos realizados sobre el tema, y lo poco que hay más bien es información "entre líneas": información obtenida de trabajos, por ejemplo de etología, que usan reclamos para conseguir otras cosas, pero no con el fin último de ver qué pasa al usar los reclamos. Casi todos los puntos justificando su uso o en contra del mismo se basan en opiniones de aficionados. Están de un lado los que creen que poder enseñar a un grupo grande de gente una especie muy bonita, pero esquiva, ayuda mucho en la educación ambiental; y que justifican que llegar, besar el santo (usar el reclamo) y marcharse perturba menos el medio natural que llegar y echar todo el día de un lado para otro buscando al bicho en cuestión, interfiriendo potencialmente con los nidos y demás. De otro lado están los que se quejan de la agitación innecesaria que claramente se ve en las aves que acuden a pelearse con el invasor invisible, o los que han visto cómo algún depredador aprovecha que está el pájaro distraído con el reclamo para adobarse el desayuno; amén de a los que simplemente disgusta introducir todavía más elementos artificiales en el disfrute de la naturaleza. No tenía mucho espacio para explayarme en el artículo y lo cerré comentando que, dado que por lo poco que se sabe parece que usar reclamos en el mejor de los casos es inocuo, y que ya bastantes barbaridades se hacen cada día en el campo, mejor evitarlo. Desde luego tacharse el chotacabras pecoso como me lo taché el sábado pasado me da más vergüenza que orgullo...

martes, 22 de mayo de 2018

Afriversario

Burla burlando, ha transcurrido ya un año desde que un alcaraván de El Cabo echó a volar asustado por un avión que hacía lo opuesto, inaugurando mi lista de especies vistas en el sur del continente africano. Un año en Bloemfontein, en la UFS; un año que igual no ha dado mucho de sí en lo científico, pero que se ha lucido en cuanto a experiencias vitales, de lo más variopinto. Vengo ahora de cenar con mis dos hadadas madrinas, las que tan bien me cuidaron mi primer día aquí (y con las que por otra parte tampoco he tenido mucho trato en los meses siguientes), en el mismo sitio donde lo hicimos aquella vez. Hicimos un somero repaso del año, y de la situación del Departamento del que también ellas están a punto de marcharse sin mucha pena. Mucho que se podría mejorar, pero a costa de tener que vencer demasiada inercia, de tener que remar contracorriente demasiado... Decidimos irnos quedando con lo bueno al final: con la gente y (yo) con los bichos. Y ¡a ello!, que aún me quedan un par de meses largos por delante para seguir sumando recuerdos agradables de unas y de otros...

lunes, 21 de mayo de 2018

El pecoso y el pecador


 Al norte de Bloemfontein está Woodland Hills, el área más lujosa de la ciudad, una especie de Sotogrande local totalmente aislado de la ciudad al pie de las colinas: toda una propiedad enorme con chalets de lujo, y luego campos de deporte, de golf, hípica y una zona de "reserva", con laguito, praderas, bosques de eucaliptos y diversos antílopes sueltos por ahí. Y por esa zona más o menos silvestre estuve dando una vuelta el sábado por la tarde, como parte de una de las actividades de BirdLife Free State.

 La tarde siempre suele rentar menos en términos de pajareo que la mañana, y a mayores el sábado fue un día nublado y fresco, bastante desabrido; todo esto unido a la compañía de varios vejestorios hablando despreocupadamente en voz alta hizo que costase ir viendo cosas. Durante buena parte del tiempo, caminando junto al lago, lo más reseñable (y ya veis) fue esta pareja de patos, híbridos entre los ánades picolimones locales y los azulones que alguien debió de soltar aquí alguna vez.

 Pero por suerte aún sigo siendo lo suficientemente neófito como para seguir tachándome cosas cada vez que salgo al campo. Nos alejamos del lago y nos internamos entre los arbustos, y terminé sumando dos pájaros nuevos y pico a la lista. Los dos pajarillos fueron el papamoscas duende Stenostira scita y el batis pririt Batis pririt: dos especies grises con marcas blancas y negras, de dos familias endémicas del África tropical, propias de zonas arbustivas. El "pico" fue un azor blanquinegro que alguien señaló, y que para mí fue solo una mota desapareciendo en la lejanía entre los eucaliptos y que no se dejó ver de nuevo. Demasiado como para tachármelo, hasta para mis amplias tragaderas.

 Os dije antes que había antílopes sueltos por la zona, sobre todo grupos de antílopes de agua. Lo gracioso vino cuando me aparté un poco del grupo y me arrimé a unas matas para hacer cosas que tenía que hacer, y vi en el peor momento lo que se ve en la foto tapado por una cortina de ramas mucho menos espesa de lo que parece... menos mal que el niala no se mostró muy interesado en interactuar conmigo.


Las tardes de fin de otoño terminan pronto aquí, y enseguida empezó a anochecer. De vuelta en los coches, algunos nos internamos entre los chalets, donde esperábamos sorprender en un punto concreto una especie de ave nocturna propia de terrenos rocosos que, según parece, en Sudáfrica sustituye con cierta frecuencia estos por zonas de urbanizaciones, con sus tejados y demás: el chotacabras pecoso Caprimulgus tristigma. Los chotacabras, no siendo en mano o cantando, se parecen todos demasiado, y esperábamos que los nuestros se delatasen por su voz, un cau-wau característico (la verdad es que los chotacabras en esto se portan bastante bien, y en una misma zona las distintas especies suelen tener cantos simples y muy distintos entre sí). El momento turbio del día vino cuando, tras esperar un rato que a la gente se le empezó a hacer largo, nuestro guía tiró de reclamo (de reproducir el canto del ave en su teléfono), y tras insistir un poco un individuo bastante alterado vino volando y se puso a cantar frenéticamente desde un tejado cercano. Y tachado quedó con todas las de la ley, pero con la sensación agridulce del que sabe que está haciendo trampas... y más de esto, más adelante esta semana. Que ha pasado algo que quiero comentar porque viene muy al pelo...

viernes, 18 de mayo de 2018

Copiando a ciegas

Hay una cosa que sucede en esta universidad alguna vez y que me enfada, que son las ganas de aparentar que se está a la par de "los mejores" sin saber hacerlo... a ver si me sé explicar. Empecemos por recordar que la UFS, al menos en el ámbito de la Zoología, a día de hoy está al nivel que está (que no es en el Top Ten mundial). Hay muchas cosas que cambiar y que arreglar, muchas inercias que vencer, para que este Departamento pase a ser comparable a cualquier departamento de zoología estándar de una universidad europea. Seguramente lleve tiempo y conlleve un relevo de personal considerable, no tanto en términos de edad como de mentalidades*. En resumen, se impone un cambio de base, profundo. Es por eso que me enfada cuando a veces se pierde tiempo en copiar cosas "de las universidades buenas" sin saber hacerlo bien, y sin darse cuenta de que eso que se copia no es causa, sino consecuencia de estar en un nivel superior. Por ejemplo, los journal club: que un grupo de investigadores con intereses comunes se sienten una vez por semana a discutir las ideas recogidas en algún artículo reciente propuesto por uno de los miembros del club. Un journal club exitoso parte de la premisa de que a sus miembros les interesa algún tema de investigación común: y que ya leen de entrada muchos artículos por semana, y que están al tanto de las novedades, y que saben distinguir el trigo de la paja. Si no es así, si se decide "empezar un journal club" para que la gente lea al menos un artículo por quincena, pues lo que pasa es que cualquiera propone a la buena ventura un trabajo que "le suena" es interesante, y que al final resulta ser en el mejor de los casos cualquier cosa del montón que solo le interesa a él. O se acaba uno leyendo y discutiendo (ejem) trabajos de genética de hace quince años, cuyas ideas y métodos han quedado más que superados... y a corto plazo el proyecto, que nació ya tocado, termina muriendo del todo. Y he vivido ya varios de estos abortos, tanto aquí como en lugares de trabajo anteriores.

Me daría para extenderme mucho más, pero no sé si conseguiría algo más que desahogarme. Lo que quería comentar es que lo que tocó copiar hoy es el formato de "tu tesis en tres minutos": un concurso nacido como medio de divulgación científica que consiste en que un doctorando, con ayuda de una única diapositiva y de su gracia natural, consiga explicar en menos de tres minutos las bondades y objetivos de su investigación a un público no necesariamente iniciado en su área. Aquí tenéis un ejemplo de una charla ganadora en alguno de los múltiples concursos de 3MT que se desarrollan en el mundo... y puedo deciros que no se parece mucho a lo que vimos hoy. Hoy, en que al decano de la facultad se le metió entre ceja y ceja que todos los estudiantes de máster y doctorado debían participar obligados en un concurso de estos; primero dentro de cada departamento, y en fechas posteriores compitiendo entre sí. Los estudiantes esta semana, y todos los profesores el viernes que viene. Obligados también. ¿Y qué es lo que vemos? Pues salvo honrosas excepciones, una sucesión de carencias, de carencias de investigación que contar y de saber contarla, y no entro en detalles. Pero claro, es que (y lo digo sin ánimo de crítica, sino como pura constatación de un hecho) de donde no hay no se puede sacar. Empecemos por hacer ciencia, antes de dedicarnos a contárnosla unos a otros. Que las casas que se empiezan por el tejado no suelen aguantar mucho en pie...



* Y yo ¿qué responsabilidad tengo? ¿Qué papel juego en esto? Me lo pregunto muy a menudo... parte de la idea de traer postdocs al mundo es promover que las ideas fluyan de un lugar a otro y contribuyan a elevar el nivel en todas partes. Pero visto desde el otro lado, ¿en serio se espera que yo llegue aquí a decir "lo estáis haciendo todo mal; esta es una lista de cosas que tenéis que cambiar, paletos", y que no me corran a palos? ¿Hasta qué punto se espera de mí que deje huella, en un año y en un suelo duro y pulido?

jueves, 17 de mayo de 2018

Move

Igual se os antoja una broma que os diga que, apenas trascurridos diez días tras nuestro tantas veces demorado estreno en el laboratorio, os diga que vamos a parar, pero así es. Aunque con un buen motivo: vamos a seguir en otro lado, porque son varios los motivos que así lo aconsejan. Está por una parte el hecho de que Maliki, aunque doctorando, no es ya ningún crío, y su mujer e hijos reclaman atenciones. Ligado con esto, y debido a lo aleatorio de los servicios de mensajería locales, cada vez que necesitamos un nuevo reactivo nunca se sabe cuándo va a llegar, y no queremos que Maliki pase encima días "muertos" aquí, sin poder trabajar avanzar en el laboratorio. Finalmente, y como os contaba en la entrada que enlazo, el hecho de trabajar en la Facultad de Medicina nos obliga a tomar una serie de precauciones y a complicar los protocolos con procesos de descontaminación que lo hacen todo mucho más lento de lo que sería en un laboratorio corriente de biología molecular... así que a uno de esos nos vamos. Como la cosa era que Maliki viniese aquí para aprender y después seguir trabajando por su cuenta en Pretoria, pues al final lo hacemos al revés: en junio subiré yo a Pretoria, a enseñarle yo allí, y de paso conocer una segunda capital de este país,con sus (espero) pájaros asociados. Y ya que de mudanzas futuras va la cosa, me despido con una de las canciones más "conocidas" de TiMO ODV, un "famoso" DJ sudafricano...

miércoles, 16 de mayo de 2018

El Quiz de la Question

Hay un pub irlandés en Bloemfontein (¿y dónde no?) medianamente grande y conocido, el Copper Clover, que como tantos otros similares alrededor del mundo organiza, no semanalmente, sino cada mes, "quizzes", concursos de preguntas y respuestas por grupos. Y en mi dinámica actual de "para lo que me queda de postdoc, me voy de Erasmus", me dio por participar ayer, junto con varios otros del Departamento, del grupo de Joaquín; íbamos de hecho a ser un grupo al principio, y por el "culo veo, culo quiero" terminamos engrosando con cuatro equipos las cuentas del bar. Si bien el resultado en términos generales fue bastante discreto (27 preguntas correctas de 50, aunque por discordancias varias con la organización y entre nosotros bien pudiéramos haber tenido cuatro o cinco bien más), me fui del lugar rematadamente contento porque:
  1. Cuesta muy poco conseguir que los demás crean que uno es mucho más listo de lo que es. Basta con saber bien un par de respuestas, acertar otra de chiripa, y sobre todo sostener que una respuesta es correcta aunque todo el grupo opine lo contrario y pongan otra cosa, y que luego sea la tuya la correcta; entonces el remordimiento de los demás multiplica la apreciación hacia uno.
  2. Nuestro objetivo principal a fin de cuentas era quedar por encima del grupo de Kenny, que se había pasado todo el día en la facultad soltando bravatas de cómo iban a arrasar por la tarde; y los superamos con creces.
  3. Y sobre todo porque en ese bar hacen un hígado (uno de mis platos preferidos) que está de rechupete.
Ea, en un mes, el siguiente...

domingo, 13 de mayo de 2018

Fátimafontein

Por algún motivo, en mi Orense natal la fiesta de la Virgen de Fátima (es decir, hoy) se celebra especialmente: las misas de la novena se llenan, y la procesión arrastra(¿ba?) a mucha gente. Mi madre estuvo enviando fotos esta semana al grupo de wasap familiar, y me dio alegría poder darle la réplica con las fotos de esta entrada, de la catedral de Bloenfontein engalanada también para las fiestas de Fátima, con los alrededores llenos de guirnaldas de flores de trapo de mil colores y de ramas de eucalipto: portuguesada 100%.

¿Por qué semejante devoción aquí? Pues no sé muy bien; supongo que porque en Bloemfontein hay una cantidad razonable de (descendientes de) portugueses, curiosamente además originarios en su inmensa mayoría de Madeira. No sé si llegados directamente a Sudáfrica o si recalando aquí de segunda mano, en la "potencia regional", tras la independencia y desestabilización de Angola y Mozambique. Más de una vez y de cinco nos han preguntado a Joaquín y a mí si éramos portugueses al oírnos hablar...

En todo caso, las fotos (y la fiesta, con verbena hasta la madrugada, según parece) no son de este fin de semana, sino del anterior. Y me preguntaba yo que a qué se debería tal adelanto hasta que caí en la cuenta de que (a mayores de ser la Ascensión) es hoy cuando se celebra aquí (y en buena parte del mundo) el Día de la Madre; que no le pegaba mal a la Virgen, pero que igual es un día en que la gente prefiere más hacer comidas familiares que irse de verbena, no sé. Lo que sí sé es que, estando como estamos en este hemisferio en el mes equivalente a noviembre, las floristerías callejeras se han llenado de ramos para las madres... de crisantemos. Curiosa elección.

sábado, 12 de mayo de 2018

De cara al público

Trascurrida una semana de intenso trabajo de laboratorio, llega por fin el ansiado momento del descanso del becario. Un poco como ya me pasara en Francia, es ahora hacia el final de la estancia aquí cuando voy por fin conociendo un poco más a las juventudes del Departamento, y empiezan a soltarse más conmigo y a invitarme a más planes. O igual soy yo el que se suelta, a saber...

Kenny y Lungi (Y Bom. Y otras chicas del montón)
 Sea como fuere, acabamos ayer en un bar de improvisaciones (¿!). De vez en cuando paraba la música ambiental y el encargado invitaba/forzaba a algunos a subir al escenario, normalmente mezclando gente de varias mesas; les proponía una situación, y los echaba a las fieras durante cinco minutos. No llegó a tocarme, y no sé si me alegro o no: me quedé con las ganas de subir a hacer el tonto, pero al mismo tiempo me daba mucho apuro no saber expresarme en inglés tan bien como en español, y no llegar a hacer gracia al público. La próxima vez igual me animo con papeles más sencillos...

 A los alumnos en todo caso les viene bien eso de saber improvisar delante de extraños, pues hoy era en la UFS el Día de Puertas abiertas, y se nos llenó todo de chavales de instituto de toda la provincia: de uniformes de todos los colores, de gritos, cánticos y olor a porro.

 A los distintos departamentos de ciencias nos dejaron el polideportivo para montar en él stands promocionales. Si bien por los otros postdocs sé que en otras disciplinas había muchos profesores al cargo del asunto, incluso directores de departamento, nosotros mandamos únicamente estudiantes de los últimos años. Obligados, claro está.

Me pasé a dar una vuelta a media mañana, y parecían estárselas arreglando muy bien. Sin embargo, no me dio la impresión de el asunto estuviese demasiado bien planteado: más que información sobre la carrera, sobre el plan de estudios, itinerarios o posibles salidas; lo nuestro era una "feria de la ciencia", de pequeños experimentos, de ver vitrinas con animales y de concursos de preguntas y respuestas con caramelos de premio. Igual algún profesor que hubiese sacrificado su fin de semana en pro del departamento no habría venido mal...

miércoles, 9 de mayo de 2018

Por las ramas

Os comentaba hace un par de días, en la entrada del anillamiento, que a efectos "naturales" estamos aquí empezando noviembre. De noche efectivamente hace frío, sin helar aún, pero el suficiente como para pasarla bien tapado. Sin embargo de día aún deja atrás el termómetro los 20 con facilidad, y la verdad se me hace raro ver el suelo alfombrado de hojas de almez africano mientras que el sol calienta en el cielo siempre azul (pues mirando la previsión a dos semanas vista parece que ya hemos dejado atrás definitivamente la estación de lluvias).
Las ramas desnudas harían más sencillo ver moverse las ardillas de árbol en árbol... si aquí las ardillas fuesen arborícolas, claro está. Las hay, pero más al norte, no aquí, que solo tenemos la de tierra que ya habéis visto a menudo por el blog. En España sí tenéis las típicas arriba en los árboles y, este mes también, en mi artículo de EMNMM. A ver si os gusta.


martes, 8 de mayo de 2018

Extrayendo a Godot

Aquí en el blog no lo he comentado tanto, pero por wasap y correo electrónico he dicho a la gente tantas veces que "a ver si/ya voy a empezar el laboratorio" que se estaba convirtiendo ya en una especie de remedo del cuento de Pedro y el lobo, y muchos no se han creído que ayer, realmente, estuviese de verdad en él. Yo el primero. Pero sí: tras una jornada extenuante, Maliki (un doctorando de Mdu que vive normalmente en Pretoria) y yo conseguimos extraer la friolera de cinco muestras (de 250). Por cuadruplicado además. Y eso que al menos tiramos de kit, que lo hace todo mucho más rápido. El problema es que, como estamos trabajando en un laboratorio de la Facultad de Medicina donde también trabajan con patógenos humanos, hay toda una serie de protocolos de seguridad y limpieza que tenemos que cumplir a rajatabla para que nos dejen trabajar ahí y que nos consumen mucho tiempo; cuatro veces más o así del que echaríamos en una facultad de biología cualquiera. Tanto tiempo, tanto tiempo... que cuando por fin terminamos nos habían encerrado. Y nos llevó un buen rato encontrar alguien que no se hubiese ido aún, para sacarnos del laboratorio primero, y de la facultad luego. A ver si vamos haciendo mano y conseguimos duplicar el ritmo sin tener que saltar después por la ventana...

domingo, 6 de mayo de 2018

Cogiendo ideas

 En la ladera de un altozano anejo a Naval Hill está Oliewenhuis (la "casa de los olivos"; los acebuches son bastante frecuentes en las colinas de Bloemfontein): un edificio construido a mediados del S. XX como residencia del presidente en sus visitas a la ciudad que alberga a día de hoy una galería de arte.

 El jardín, muy bien cuidado, alberga multitud de obras como esta "Medusa africana", amén de cenadores, un tiovivo y demás elementos decorativos que hacen que sea un lugar donde bastante gente viene a pasear.

 Pero ladera arriba se conserva la vegetación natural del monte. Y en esta zona, segura por estar vallada, y con varios senderos abiertos a lo largo de los que es fácil colocar una red, es donde suelen anillar de forma regular los del equipo de ornitología del Museo Nacional de Bloemfontein (¿veis los postes de las redes?).

 Ayer BirdLife Free State había organizado unas jornadas de anillamiento de "puertas abiertas" a las que me apunté, acompañado de Duygu y Kristina. Tenía ganas básicamente de "hacer un poco de trampas": de ver si gracias a las redes conseguía tacharme algún bicho nuevo particulamente esquivo a los binoculares; como el papamoscas duende por ejemplo, pequeño pajarillo endémico de la región que sé que cogen de vez en cuando. No hubo suerte en ese sentido me temo, pues las pocas cosas que cayeron fueron todas aves de lo más común en la ciudad, sobre todo bulbules carinegros.

 Me dediqué pues a hacer "espionaje industrial, a coger ideas de los anilladores de aquí sobre cómo mejorar el trabajo cuando me toque hacerlo en otros lugares. Me gustó mucho este "medidor de diámetros de tarso" con el que calcular qué tamaño de anilla ponerle a un pájaro, cosa que en este país está mucho menos estudiada que en Europa, donde ya tenemos bastante claro qué le queda mejor a cada bicho. Cierto es que simplemente usando un calibre uno puede también saber cuál es el diámetro de la pata de las aves, pero bueno, me gustó el cachivache este...

 También me gustó mucho un "soporte para colectores" (los colectores son las bolsas donde metemos las aves tras sacarlas de la red, a la espera de procesarlas y liberarlas luego) circular, con el que colocar los bichos en orden de captura, para que no se despiste ninguno y pase demasiado tiempo en la bolsa. Era un aparato artesanal de origen para mí desconocido; si al verlo se os ocurre cuál puede ser el origen de esa pieza redonda os agradecería el comentario.

Por lo demás, la sesión no me dejó con muy buen sabor de boca. Los anilladores que la atendían no fueron especialmente didácticos y no me pareció que explicasen nada bien al público qué sentido tiene que fastidiemos tanto a las aves, aves a las que por lo demás me pareció que trataban con cierta brusquedad. Eso a mayores de que estuviesen bastante poco atentos a si la gente rondaba más o menos en torno a las redes o las aves ya capturadas: en cierto momento incuso uno me dijo "¿sacas tú esa de ahí de la red?" sin prestarme mayor atención a si lo estaba haciendo mejor o peor. Y a Dios gracias que era yo, que ya llevo varios cientos (y era una curruca, además, qué casualidad), pero a saber qué habría podido hacer otro más manazas y sin experiencia previa...

En fin, mejor no hacerme mala sangre. El momento más reseñable para mí tuvo lugar cuando escuché un canto que se oye por doquier en los campamentos del Kruger, pero que era la primera vez que escuchaba en Bloemfontein: si bien según el mapa de la guía sí están presentes aquí, era la primera vez que detectaba en la ciudad barbudos acollarados. Encontré el nido de un grupo, excavado alto en el blando tronco de una Cussonia y atendido todavía por los adultos, a pesar de que a efectos "europeos" estamos aquí a primeros de noviembre y las aves que vi estaban todas medio mudadas y bastante feas. Los bichos aquí viven a otro ritmo, está claro...

viernes, 4 de mayo de 2018

Agua de la banda

 A "las fiestas" a que fuimos el fin de semana pasado les faltaban un par de componentes fundamentales: una buena orquesta, claro, y una buena banda. Mas dejándome llevar por el son de clarinetes y trombones, salí esta mañana de la facultad para darme de bruces con que la banda nos la habían traído a las puertas de casa; ¡menuda alegría!

Pero una banda integrada no por presidentes de la Deputación, sino por militares del ejército de Sudáfrica, venidos no sé si de la base aneja al campus o de allende el Free State. La banda se marcó varias canciones de Queen, algunas piezas clásicas como Barras y Estreeeellas, e incluso tenía un cantante que, mirando al suelo muerto de la vergüenza, se marcó también airoso algunos temas. Pero (siguiendo con alusiones a Los Simpsons), la banda tenía una agenda (no demasiado) oculta, y se marcó también un Yvan eht Nioj: cuando habían congregado suficiente público, empezaron a glosar las bondades del ejército, donde "hay un sitio para todos nosotros". Bien puede ser... Me llamó la atención en todo caso que una banda como esta tocase en la Universidad, y que muchosestudiantes respondieran entusiasmados a las peticiones de "¡un aplauso para el Ejército de Sudáfrica!", cosas que se me harían impensables en España. La valoración... me la guardo para mí.

jueves, 3 de mayo de 2018

"¡Ah, la montaña...!"

... ese paisaje en el que siempre hay cosas por ver, por descubrir...


¡Y tanto! Como la falsa acacia que da piñas del segundo 3... ¡qué cosas más innecesarias, algunos trampantojos de la publicidad! Se me ocurría, siendo malo (e hipócrita además, como si no no comprase a menudo en esa tienda...), comparar los montañeros "de pega", forrados de cachivaches decathlonianos de la cabeza a los pies, con esas plantas de pega que según el anuncio salen a ver... en fin; una reflexión un poco en la misma línea, pero más sesuda, la tenéis en el blog en el que vi el vídeo; que aquí la tele española mucho no se ve.

Y siento la inactividad, pero la rutina diaria no está dando mucho de sí en cuanto a cosas que contar, y al campo, ya lo veis, salgo a través de los ojos de otros, curioseando de blog en blog los retazos de la primavera ibérica que ya se me está pasando..