jueves, 4 de enero de 2018

Despedida de Madrid

Amanece ya el día en que me toca hacer la maleta (cosa que debería estar haciendo ahora mismo) e iniciar mi viaje de regreso al verano austral (pensarlo así, en términos de "¡sol, yuju!", lo hace más fácil...). Estos dos últimos días en Madrid he parado bastante poco, yendo de un lado a otro para ver agente y acumular también estampas mentales de la ciudad.

De la misma manera que hiciera el año pasado con Raquel, bajé ayer a darme un largo paseo junto al Manzanares con Al, venido él también por Navidad desde el sur, desde Bolivia, donde lleva ya casi cuatro años. Por el césped nos acompañaban las avecillas venidas ellas del norte, como este petirrojo Erithacus rubecula.

Esta abubilla Upupa epops no sé si vendría de más al norte o no: aunque muchas pasan a África en Invierno, son también legión las que se quedan en la Península. Y además son cada vez más frecuentes en zonas urbanas, o al menos dentro de Madrid ciudad. También en Bloemfontein, aunque las avefrías africanas (separadas a veces como especie distinta) tienen un tono de naranja mucho más intenso que las de aquí, como de ladrillo...

... más como el de la espalda de este macho de cernícalo vulgar Falco tinnunculus que nos vigilaba desde lo alto de un árbol. También los cernícalos vulgares subsaharianos se separan a veces como especie distinta: son de tonos más herrumbrosos, y el plumaje de las hembras se asemeja mucho al de los machos, pues tienen también la cabeza azulada y no rojiza.

Baja ya desde hace cerca de dos años el río con la poca profundidad de agua que le corresponde, desde que comenzó el proceso de renaturalización del mismo  tras abrirse de forma permanente las compuertas que antes lo represaban en una sucesión de pozas estancadas. La propia dinámica de arrastre de sedimentos va dejando a lo largo del cauce canales más abiertos y bancos emergidos donde se asienta la vegetación ya de forma decidida. En las masas más grandes como la de la imagen ha comenzado además la plantación de sauces y chopos, que empiecen a darle más volumen a la vegetación.

En uno de los bancos de arena reposaba esta garceta común Egretta garzetta, una de las dos que vimos. No estaba el río demasiado rebosante de actividad, pero es lo que tiene el campo (incluso el campo urbano), que cada día es diferente...

El único "perjuicio" derivado del proceso de renaturalización, para mí, ha sido que hemos pasado de contar las gaviotas por centenares a contarlas por decenas, pero creo que eso es algo con lo que puedo vivir...

Dominaban ayer en proporción las reidoras sobre las sombrías Larus fuscus, como esta, que se desayunaba con los restos de un pescado. No tuvimos la suerte de ver ninguna anillada...

... pero sí de sorprender entre las demás (no era tan difícil, visto que no eran tantas) a este primer invierno de gaviota cana Larus canus que aparentemente lleva aquí toda la temporada. Una especie de gaviota no muy frecuente en España, pero que los últimos inviernos se deja ver puntualmente por las aguas capitalinas.

... Y ya para recordarme que va siendo hora de seguir con la maleta, os pongo un par de gansos del Nilo Alopochen aegyptiacus, especie africana que cada vez está más asentada en el centro peninsular, contándose ya por centenares las parejas que anidan en embalses extremeños. Una pareja sacó adelante (creo que) siete pollos el año pasado aquí en Madrid-Río, y ayer Al y yo contamos doce ejemplares. Si Dios quiere, en breve estaré también viéndolos pastar en el campo de deporte de frente a mi residencia... que me sea leve el avión.

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