martes, 30 de enero de 2018

De culo fino

Más allá de los cambios debidos al devenir de las estaciones, que nos traen y que se llevan las especies estivales e invernantes (lo que aquí, y todavía no me acostumbro, viene a ser lo mismo), me resulta curioso ver cómo otras especies, siendo según la guía "sedentarias" aparecen por el campus y desaparecen un poco aleatoriamente, aunque supongo que sus motivos tendrán. Dos de ellas os parecerá que no tienen mucho en común, pero cuando me las cruzo al salir a correr siempre me llaman la atención por lo largo y fino de la cola.

Colius colius y Urocolius indicus. Wikifotos
 Una, o mejor dicho dos, son las aves-ratón, la dorsiblanca y la carirroja. La primera me la cruzaba de vez en cuando, y ahora con mucha más frecuencia; y de la segunda durante mucho tiempo solo sabía que las había por haber visto una atropellada, pero estos días también se hacen notar, Las aves-ratón son un orden endémico de África de aves vegetarianas, muy muy sociables y absurdamente despatarradas, como si les saliesen hacia los lados del cuerpo en vez de hacia abajo, que suelen colgarse de las ramas con el vientre al sol para hacer mejor la digestión y que se mueven entre los árboles gritándose unas a otras y arrastrando detrás una cola larga que en vuelo parece ridículamente estrecha. En resumen, unos bichos muy entretenidos de mirar.

Cypsiurus parvus. Foto de aquí
Y la otra es el vencejo palmero africano Cypsiurus parvus, que tiene toda la pinta de ser un vencejo normal y corriente, excepto de nuevo por la cola larga y tremendamente estrecha. Lo de "palmero" le viene no porque sea aficionado al flamenco, sino más bien a construir sus nidos (bueno... amasijos de plumas y saliva) en el envés de las frondes de las palmeras, protegidos así de la lluvia.

Y esto os cuento, de estos bichos os hablo; con ganas de campo del de verdad, claro, que ya me pueden las ganas de tacharme algo nuevo. A ver este finde...

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