miércoles, 17 de enero de 2018

A la vera del agua (Back to Kruger, V)

 Lake Panic: en la otra foto que os puse en su día del mismo apenas sí se veía nada. Es un sitio con fama de ser muy bueno para las aves acuáticas dentro del Parque, pero como nosotros nos acercamos siempre ya al caer el sol,pues eso que me pierdo. Aunque un día en que llegamos algo antes sí pude ver (que no fotografiar) algunas especies nuevas a las que tenía muchas ganas, como la jacana africana, una limícola que, más que por el limo, camina sobre las hojas de los nenúfares; o el martín pescador pío, de gran tamaño y que suele cernirse en el aire para pescar.

 Al tenerlas más cerca, sí pude sacar algunas fotos decentes a las libélulas, como estas Brachythemis leucosticta, macho y hembra. Las Brachythemis en inglés se conocen genéricamente como "groundlings", "terrestrícolas", en alusión a que suelen posarse sobre el suelo en vez de sobre la vegetación. Las libélulas nos ayudaban en lo que podían a mantener los mosquitos a raya...

 ... y a su vez servían de cena a este alcaudón chico Lanius minor (joven; los adultos tienen la frente negra) que por allí andaba también. Me hizo mucha ilusión ver este bicho, que viene aquí a Sudáfrica a pasar el invierno/verano, pues ya en su día os relaté cómo fue la única vez que lo había visto, en la última localidad española de esta especie que, aunque aún es relativamente abundante en Europa del este, está prácticamente extinta en nuestro país.

 Más agua: el río Sabi, principal curso de agua del sur del Parque, que discurre junto a una amplia veranda del campamento de Skukuza. A pesar de que fuimos al inicio de la estación de lluvias, y aunque como os dije el parque se veía muy verde y lozano, lo cierto es que apenas sí había empezado a llover, y el río no llevaba mucha más agua que cuando vinimos en julio.

 Desde esa veranda que os comento hay gente que ha visto leones derribar a sus presas a escasos metros de la mesa del restaurante donde están sentados, cerveza en mano. No tuve yo tanta puntería, pero sí la fortuna de apareciese en ese momento un gran grupo mixto de estrildas comunes (o picos de coral Estrilda astrild) y preciosos capuchinos bicolores Spermestes bicolor (aunque los sudafricanos sean "tricolores", no como los de más al norte), nuevos para mí. Estríldidos los dos: potenciales huéspedes de los polluelos de la viuda que os enseñé ayer.

 Una tortuga Pelusios sinuatus a la que descubrimos tomando el sol y fotografiamos directamente desde el coche; como veis, muy alterada ante nuestra presencia no se la ve... Esta tortuga pertenece al grupo de los Pleurodira, que agrupa varias familias de galápagos tropicales que, en vez de retraer la cabeza en el caparazón entre las patas delanteras como hacen la gran mayoría de las tortugas (los Cryptodira), lo que hacen es doblar el cuello de lado sobre la pata derecha.

 Y bueno, la tortuga era bonita, pero este bicho era espectacular: metro y pico de varano del Nilo Varanus niloticus del que también pudimos disfrutar largo y tendido desde dentro del coche.

El bicho, además de impresionante, era espabilado: estaba destripando las boñigas de elefante para alimentarse de los escarabajos peloteros que se creían muy invisibles y seguros allí metidos. Fue sin duda el lagarto más grande  de los que vimos a lo largo de la semana de muestreo (bueno, y el más grande que haya visto yo alguna vez), pero en absoluto el único. Ya en la siguiente entrada nos ocuparemos largo y tendido de las escamas...

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