domingo, 22 de octubre de 2017

Aves grandes y pequeñas (PNM, V)

Si os pidiese el nombre de algún ave africana... ¿os vendría a la cabeza el avestruz? Tal vez (¿que otra se os ocurre?), pero yo hago la prueba conmigo mismo y no, no es así. Será por su tamaño, la incapacidad de volar o su aspecto más "peludo" que emplumado, pero el caso es que las avestruces Struthio camelus son para mí casi más mamíferos que aves, me sorprende ligeramente encontrármelas en la guía, y me temo que tampoco me hizo especial ilusión tachármelas en el Kruger en julio. Pero oye, decepciones aparte, la verdad es que quedan bien. Y en Mokala además trasmitían una sensación mucho más "salvaje" que muchos de los mamíferos, pues mantenían siempre bastante distancia con los coches y no se dejaban ver nunca demasiado bien.

Vamos pues con unos cuantos bichos emplumados más, "de los que sí apetece tachárselos". El sisón moñudo austral Lophotis ruficrista (aunque la "ruficrista" los machos la despliegan solo raramente, al cantar) ya lo había visto también en el Kruger, pero aquí en Mokala vimos bastantes, y los vimos muy bien. Las marcas cremosas en forma de "V" del dorso son muy características de la especie. A estos no los vimos en celo...

... pero sí a los machos de otra especie de avutarda, el sisón negro aliclaro Afrotis afraoides, cuyo afónico canto se escuchaba sobre todo al caer la tarde, proveniente tanto de individuos posados como este como de otros en vuelo. Junto con estas dos aves tamaño gallina, la avutarda kori Ardeotis kori, grande como un niño, el ave capaz de volar más pesada, completaba la terna de avutardas de Mokala. Pero estas me temo que solo las vimos de lejos, en vuelo; me muero de ganas de verla en condiciones.

Vamos con otras aves de tamaño más moderado, empezando por tra que también había visto de refilón en el Kruger, pero que aquí estaba por todas partes: la tortolita rabilarga Oena capensis, una paloma diminuta que, obviando la larga cola, es apenas del tamaño de un gorrión. En la Svensson-Mullarney (esta especie vive por toda África subsahariana, pero también en Arabia y Oriente Medio; por eso la tenemos en las guías del Paleártico) la describen de hecho como parecida en vuelo a ¡un periquito!. Esta con la máscara negra es un macho; las hembras no la tienen.

Escuchando como escucho casi cada día los abejarucos europeos, y encima sin verlos prácticamente nunca, me gustó mucho poder ver sin problemas una especie típicamente africana, y además muy bonita (como todos los abejarucos, por lo demás): el abejaruco golondrina Merops hirundineus, que recibe su nombre por la cola bifurcada. Y me queda todavía un puñado de especies de abejaruco por ver en este país, especies que son migrantes intraafricanas, que descienden hasta Sudáfrica desde latitudes más ecuatoriales ahora en verano. A ver si voy teniendo suerte...

Un ibis hadada Bostrychia hagedash. De haber visto esta foto hace medio año, no creo que me hubiese trasmitido gran cosa: "un bicho no muy vistoso, pero estaría bien verlo", y poco más. Encontrarme en cambio ahora hadadas en el monte, acostumbrado como estoy a verlos en la ciudad, despertándome a gritos cada mañana, picoteando en la basura por las aceras, se me hizo de lo más raro; casi como si hubiese visto una paloma o un gorrión.

Gorriones vimos también, vaya: gorriones de El Cabo Passer melanurus, la especie "urbana" propia del sur de África, que comparte espacio en las ciudades de aquí con los gorriones comunes, exóticos. Un bicho muy bonito, ligeramente más grande que el nuestro y que suele construir los nidos, además de al amparo de edificios y así, también directamente en los árboles (unas masas de paja y basura que dejan bastante que desear en cuanto a arquitectura), cosa que los gorriones comunes casi nunca hacen.

Un avión isabelino meridional Ptyonoprogne fuligula, una especie de golondrina que también veo a diario en Bloemfontein, muy similar por lo demás a su primo carnal paleártico, el avión roquero. Al igual que me pasa con los abejarucos, hay en Sudáfrica muchas especies de golondrinas que vienen sobre todo ahora en verano y que tengo muchas ganas de ver. Y he visto "algunas", ero al no tener el ojo hecho aún, y ser estas en general tan ágiles en el aire, me está costando horrores intentar identificarlas.

No me costó en cambio identificar al serín amarillo Crithagra flaviventris, del que también os hablaba no hace mucho. La verdad es que, entre tanto LBJ, muchos más de los que detallaba en la entrada anterior, se agradece dar de vez en cuando con un bicho así más coloreado.

Y acabo esta entrada con un bimbo más, una especie que no pensaba sumar en el parque semidesértico al que íbamos, pero quiso Dios que en una charca de mala muerte junto al camino (charco, casi) nos topásemos con un par de ánades piquirrojos Anas erythrorhyncha. Os enlazo una foto en la que se les ve mejor el pico rojo, y os emplazo a la siguiente entrada, donde también tocará hablar de aves acuáticas: de las muchas que había en (¿el?) otro charco del Parque.

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