jueves, 30 de marzo de 2017

Los cuernos al sol (poniente)

 Caían ayer tarde los rayos templados del sol poniente de marzo sobre un sembrado de Toledo, alumbrando los juegos infantiles de los gazapos a la entrada de las conejeras y el pecho henchido de los machos de perdiz, que se desgañitaban desde lo alto de las lomas. Pero no bajamos a tierras manchegas al terminar la jornada laboral para ver piezas de caza menor; ni siquiera con la idea de ver el alcaraván que, un tanto asustado por nosotros, hizo un breve vuelo circular de reconocimiento antes de posarse de nuevo en el mismo lugar del que había salido...

 ... no: ayer bajamos hasta el embalse de Castrejón con el objetivo en mente de ver búhos reales. Y de paso, claro, lo que se terciase.

 Que fue menos, y menos variado, que en mi última visita a la zona, hace ya más de tres años; pero cierto es que llegamos ya con el día muy de caída. En cualquier caso es con la luz de poniente como lucen más bonitos los barrancos arcillosos que bajan hasta las aguas del Tajo, así que nosotros tan contentos.

 Nosotros éramos un servidor, Álex, y Pepe, su señor codirector y principal interesado en ver los búhos, pues su señor becario ya se lo había tachado en Aranjuez mientras estábamos de muestreo, de forma tan accidental como satisfactoria.

 Y en la foto de arriba los veis a los dos, contemplando al interfecto de la foto de abajo. Búhos escuchamos muchos, pero ver solo vimos uno, y no demasiado cerca. Aunque durante largo rato, y lo suficientemente bien como para que el principal interesado quedase satisfecho y nos invitase a cenar. Que, vista la recompensa, ganas me dan a veces de meterme a guía ornitológico...

No hay comentarios:

Publicar un comentario