viernes, 4 de noviembre de 2016

P = GxE

P = G + E : el Ortega de la Biología. Phenotype equals genotype plus environment, "fenotipo es igual a genotipo más ambiente". Los genes determinan cómo es uno, pero el entorno en que nos desarrollamos condiciona esto en buena medida. Dos esquejes del mismo geranio, plantados en macetas con tierra diferente y condiciones de luz y riego distintas, se desarrollarán como dos plantas bien poco parecidas la una a la otra...
Recordé todas estas disquisiciones de Genética de 2º al leer un artículo recién publicado sobre pájaros carpinteros que no eran lo que parecían ser... En Norteamérica hay dos tipos de carpintero escapulario Colaptes auratus: especies distintas o subespecies; muy cercanas en cualquier caso. Las dos formas se distinguen en las marcas de la cabeza y en el color de base de alas y cola, que es rojizo en la forma occidental (grupo 'cafer') y amarillo en la oriental (grupo 'auratus').

Imagen de aquí. Aunque ellos la han chorizado de la Sibley
Ambas formas se reparten a grandes rasgos el este y el oeste del continente, pero coinciden en muchas partes, y no parecen tener gran problema en hibridar, teniendo sus descedientes un aspecto intermedio entre ambas.
El problema vino cuando esos "híbridos", cuyos genes mixtos determinaban a su vez su plumaje a medio camino entre los rojos y los amarillos, empezaron a dejarse ver en zonas de la costa atlántica muy alejadas del área de contacto entre ambas formas. Y es aquí cuando, para ver por qué de repente había pájaros híbridos donde no había nada que se pudiese hibridar, los investigadores firmantes del artículo recurrieron a analizar la composición de los pigmentos de las plumas de carpinteros rojos occidentales, amarillos orientales, y de los "híbridos rojos orientales". Y lo que descubrieron fue que el "rojo occidental" y el "rojo oriental" no eran en realidad el mismo rojo, sino que provenían de pigmentos distintos. Más aún: descubrieron que las nuevas aves rojas orientales se habían vuelto de ese color por comer de los frutos de algunas especies de madreselva introducidas, que se habían vuelto especies invasoras precisamente en las zonas donde aparecían estas aves con coloraciones aberrantes. No era pues un "rojo genético" el de estos carpinteros, proveniente de la hibridación, sino un "rojo ambiental", aunque a primera vista ambos no se distinguiesen. De hecho las aves que pierden algunas plumas y las reponen justo cuando las madreselvas fructifican, adquieren un curioso aspecto parcheado, señal del origen externo de este pigmento.
Este artículo no contiene ningún descubrimiento sensacional y no se ha publicado en ninguna revista de alto copete, pero me ha resultado especialmente entretenido por lo que sí tiene: la respuesta a una de esas preguntas intrascendentes que nos hacemos de vez en cuando por el campo, al mirar algo dos veces y darnos cuenta de que no es como debería ser. La respuesta a una de esas preguntas que hacen que ser naturalista sea tan divertido.

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