miércoles, 11 de mayo de 2016

¿Qué queréis, nenes, paloma o vencejo?

Mis últimos días en Madrid antes de venir a Dijón, los halcones del Museo de América estaban ya tontorrones, gritándose cariñitos mientras volaban alrededor de la torre. Este año SEO/BirdLife vuelve a emitir en directo las aventuras y desventuras de una pareja de halcones madrileños y sus cuatro pollos, los mayores ya a punto de empezar a volar; aunque ya no son éstos del Museo, sino unos que también llevan años criando en la jardinera de un piso junto al Bernabéu. Como os digo, puede verse qué hacen en directo, pero a mayores en el canal de Youtube hay muchos vídeos colgados con los "mejores momentos", de los cuales me gustó especialmente éste:


Como reza su título, es curioso ver a ambos padres llegar a la vez, cada uno con su presa. No es habitual que la hembra cace, pues suele ser tarea del macho, pero a medida que crecen los pollos toda aportación es bienvenida... Me gusta el vídeo porque se ve muy bien el dimorfismo sexual de los halcones, que aunque no se distinguen en el plumaje, la hembra es bastante mayor que el macho, como en la mayoría de las rapaces. Resulta curioso de hecho que esto suceda así en los dos grupos de rapaces diurnas: halcones por una parte, y águilas, ratoneros, gavilanes... por otra; pues no están muy emparentados entre sí. Simplificando mucho: una hembra, cuanto más grande y gorda, mejor madre, más reservas podrá pasarle a sus hijos. Pero ser grande va reñido con ser ágil, y aquí arranca la explicación evolutiva del dimorfismo: la evolución, en estas especies con vínculos estables, que colaboran para mantener el territorio y cuidar de las crías, favorece a la vez que las hembras sean grandes y los machos pequeños. Una hembra corpulenta es igualmente capaz de cazar, pues quieras que no ella tiene que comer, a la vista está en el vídeo, pero un macho más pequeño puede cazar mejor, y alimentarse él, a la hembra y a los pollos. De rebote, que la hembra sea grande y fuerte la nombra por así decir defensora del nido, frente a posibles depredadores o competidores de la misma especie en busca de casa. Esta división del trabajo, reflejada en la talla, ayuda a la larga a que los halcones produzcan más crías, y más sanotas. A su vez el dimorfismo está mucho más reducido en las especies de rapaces coloniales como los cernícalos, que no defienden territorios y donde las aves defienden todas a la vez la colonia, o con "presas" que no hay que cazar, como los buitres. Ya veis, una pequeña leccioncilla en un vídeo de un minuto... qué sabihondillo puedo llegar a ser.

PD. El vídeo me gusta además porque da la impresión de que la halcona está abroncando al halcón por traer semejante miseria al nido, impresión reforzada cuando pasa de su cara y se pone a darle a los pollos la paloma que ha traído ella...

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