viernes, 12 de febrero de 2016

Empaquetando

Es pavoroso, el momento de ponerse a preparar una mudanza: se cree uno que tiene pocas cosas, y al ponerse luego a llenar cajas...

 De momento con la ropa aún no me he metido, y miedo me da. Me dediqué ayer a la difícil tarea de decidir cuáles son los libros imprescindibles que me tengo que llevar, y cuáles se quedarán guardados por tiempo indefinido en el desván de Pepe, favor que nunca le agradeceré lo suficiente. Podrían haber sido más, podrían haber sido menos, podrían haber sido otros... pero al final son los 15 de la foto los que se vendrán conmigo a Dijon.

Y estas cinco cajitas las que, con todo el dolor de mi corazón, se queden atrás. Qué tristeza, ver ahora la estantería vacía...

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